Publicado diario EXPANSION 28/10/2013
Parece que la economía está mejorando: la bolsa y las exportaciones suben, la prima de riesgo baja, el turismo está en año record. Probablemente estamos tocando fondo y a partir de aquí las cosas solo pueden mejorar. Antes de lanzar las campanas al vuelo hay que recordad a un tal Murphy, que dijo: “Cuando las cosas pueden empeorar lo harán”
Las principales incertidumbres pueden venir de asuntos políticos internos ya que hay mucha gente dispuesta a sacrificar dos generaciones con una travesía por el desierto. Sí bien la macroeconomía ha mejorado, la real aún no lo ha hecho, tal como demuestra la tasa del mes del 12% de morosidad. Hay que recordar que cuándo un barco de hunde cerca de la costa, muchos se ahogan cerca de la costa.
El consumo interno es la base de las economías desarrolladas. Dependen básicamente de las expectativas de la renta y estas no son muy buenas. Tenemos unas tasa de paro en máximos y que tardarán al menos hasta el 20030 a volver a máximos, atendiéndonos al anterior ciclos máximos/mínimos. Además, quien tiene trabajo y ha visto recortado su capacidad de consumo, de un lado por la bajada de los ingresos y de otro lado, por el aumento de la presión fiscal ( dos subidas del IVA).
Todo esto, sumado al endeudamiento financiero de las familias, ha modificado los hábitos de consumo. En alimentación se vuelve a la proximidad, porque ya no se compran carros, sino bolsas. En textil, los outlets arrasan y hay operadores que han hecho que el Zara sea caro. En sanidad, educación y pensiones las familias han de compensar la reducción del insostenible estado del bienestar. Por lo que concierne a los bienes duraderos, son eso, duraderos, y por ello la compra se retrasa.
Llevamos más de 36 meses de caída continuada del consumo y la bolsa de demanda restringida va engordando. Pero no nos engañemos: cuando explote lo hará lentamente. Y continuará concentrándose cada vez más en:
1º) Operadores internacionales, con acceso a créditos con interese bajos y con la mayoría de operadores en mercados rentables, cosa que les permite mantener o coger posiciones en un mercado donde las oportunidades inmobiliarias son crecientes.
2º) Localizaciones en las que el mix comercial y las facilidades de acceso (aparcamiento, horarios…) son mejores.
3º) Sectores como el del automóvil, con fuerza de oligopolio suficiente para conseguir ayudas públicas para desviar el consumo a favor de sus productos en prejuicio de otros bienes.
Así pues, probablemente ya estemos a mitad del túnel, pero vamos a una marcha muy lenta, por lo que tardaremos en ver la luz en el consumo global nacional.