¿VIVEN MENOS LAS EMPRESAS FAMILIARES? (Diari de Girona 28/1/23)

viven menos las empresas familiares?

“Padre trabajador, hijo vividor, nieto mendigo”, “de nada a nada en tres generaciones”, “el padre la crea, el hijo a mantiene, el nieto la patea” y otros dichos similares son tan repetidos que siguiendo el principio de Goebbels de que “una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad” corren el riesgo de convertirse en una profecía autocumplida, que hace que más de una familia empresaria tire la toalla de la continuidad de la empresa en la familia antes de hora.

Es cierto que sólo el 10% de las empresas familiares llegan a la tercera generación (IEF 2015), pero es que la vida media de las empresas del S&P500 ha caído de 61 años en 1958 a 18 en 2010. Según un estudio de Josep Tapies (IESE 2005) sobre 2.254 empresas españolas con facturación superior a 50 millones (57% familiares), las familiares tenían una edad media de 37 años, contra los 31 de las no familiares. Según otro estudio, de Pilar Marques (Cátedra de Empresa Familiar, Universitat de Girona) la mortalidad de las empresas familiares entre 2006 y 2016 fue del 25%, frente al 33% de las no familiares.

Además de vivir más, resulta que las empresas familires innovan más (EY-IE center for famílies in business), merecen más confianza (Edelman Trust Barometer), y son de forma sostenida más rentables (Thomas Reuters, Credit Suisse Research) que las no familiares.

Una vez aclarado todo estp, la mayoría de los autores coinciden en el hecho de que la principal causa de desaparición de las empresas familiares es debida a la falta de planificación en el relevo. Según Alberto Gimeno (ESADE 2010) el 30% de les empresas familiares no planifican la sucesión, el 43% lo hacen sin asesoramiento externo, i sólo el 27% han consensuado el relevo con asesoramiento externo.

El papel de los externos en la planificación del relevo es de aportar metodología, rigor y punto de vista teóricamente más objetivo; pero las decisiones corresponden a la propiedad a través de sus órganos de administración. El externo hace como la comadrona en el parto: ayudar, en este caso a dar larga vida a la empresa familiar.

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