La Gran Recesión castigó a una generación de jóvenes con un 50% de paro, parece que la covid-19 puede volver a hacerlo. La situación es muy seria y me han dicho que no es el momento de tópicos. Después de leer y escuchar a gente que sabe mucho más que yo, estas son mis notas, que creo que puede ser de interés compartir.
En la prensa alemana se ha publicado un anuncio (pagado) diciendo a la población alemana que es el momento de la solidaridad, y que la Unión Europea tiene que replantearse la existencia de paraísos fiscales internos, como Holanda, que lo que hacen es detraer recursos del resto. También recordaban que después de la Segunda Guerra Mundial (Acuerdo de Londres 1953) se condonó el 62% de la deuda de Alemania y los plazos de pago del resto se alargaron hasta 2010. El anuncio estaba firmado por muchos alcaldes y presidentes regionales italianos. Y es que Italia es la cuna de Europa (Carlomagno fue emperador por el apoyo del Sumo Pontifice Roma en 800); además de tener un tejido industrial bastante más potente que el nuestro. Nuestros políticos, ni de aquí ni de Bruselas, no han hecho nada parecido. Parece que después de la pérdida de Cuba y Filipinas, y de sufrir dos dictaduras en el siglo XX tengamos complejo de inferioridad, y vergüenza de hacer frente a Europa.
Aprovecho para recordar que Holanda se convirtió en Estado con Guillem de Orange en gran parte gracias al apoyo de los piratas; y que su principal papel en la historia occidental es el de ser la cuna de la primera gran crisis financiera contemporánea: la de los tulipanes en siglo XVII.
Es triste pensar que cada país tiene los gobernantes que se merece, porque parece que en los nuestros a menudo «la inteligencia brilla por su ausencia». Nuestro presidente autonómico juega a la escalofriante carta del presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona de qué «España es paro y muerte, Catalunya vida y futuro». El del gobierno central hace unas comparecencias televisivas semanales que recuerdan más a las del amigo venezolano de su vicepresidente, que a las estructuradas y concisas de Àngela Merkel.
Pero es de justicia reconocer que el presidente Sánchez y la ministra Calviño han hecho bien los deberes en el documento dirigido el 19/4 a la UE. Pidió la creación de un fondo de reconstrucción financiado con deuda perpetua de la Comisión Europea, con intereses pagados con nuevos impuestos sobre transacciones europeas o CO2, y destinado a defender el mercado europeo mediante ayudas a fondo perdido a los sectores más afectados por la crisis. No en función del PIB cómo se hizo con Draghi, beneficiando en valor absoluto en Alemania. También pedía la armonización fiscal, para evitar que unos países (Holanda) saquen recursos de otros.
Los gobiernos norteños de Europa, con su doble moral, dicen que no quieren financiar a fondo perdido a los que no han sido capaces de rebajar el déficit en tiempo de crecimiento (España 2,8% del PIB el 2019, 96% acumulado; Italia 135%, Portugal 117%, Francia 99%). La realidad es que no les interesan los eurobonos porque el tipo sería el mismo para todos y ellos dejarían de cobrar para endeudarse. Quizás la prima de riesgo vuelve a ser tema de conversación, los especuladores jugarán a intentar hacer saltar la banca.
La realidad es que los alemanes son ahorradores y les perjudica como ciudadanos los tipos de interés bajo, pero al país le beneficia puesto que cobra para endeudarse. En los años 40 ya demostraron que son una población muy crédula, y ahora se cruzan a pies juntos en su gobierno cuando se les dice que la culpa es de los del sur, que son vagos y malgastadores.
Mucha prensa nacional ha sacado titulares hablando de «nacionalización de empresas por Podemos». La realidad es que la Unión Europea se plantea permitir las ayudas estatales a empresas porque en primer lugar interesa a Alemania para salvar a las suyas, empezando por Lufthansa.
En la Gran Recensión, Àngela Merkel dijo: «los alemanes saldremos fortalecidos». Que de facto en Europa mande alguien que mira por su país y no por Europa nos llevó a un austericidi en el que particulares endeudados vieron reducidos sus salarios, en lugar de una política expansiva como la que seguían los norteamericanos con gran éxito. Haciendo que España se endeudara por los rescates bancarios (la deuda pública en 2007 era España 35% PIB, Alemania 73%), en gran parte para salvar a la banca alemana, que había financiado indirectamente el boom inmobiliario español. Alemania tensa la cuerda al máximo, sin romper el mercado europeo, porque esto perjudicaría gravemente a sus exportaciones puesto que un euro-marco sería mucho más fuerte.
Se equivocó Rajoy evitando el rescate? Hay voces que piden un rescate con «hombres de negro» para que estos pongan las tijeras en el gasto público en cargos políticos. Parece que la vaca no da por tantos políticos, cargos de confianza y vehículos oficiales. Quizás conviene tener menos y mejor pagados! Menos estructura autonómica y más en Europa. Es necesario que nuestros políticos se dejen de peleas de patio de colegio, sean conscientes que donde se cuecen las judías es en Europa, y se centren en proponer medidas concretas para minimizar los daños de la pandemia económica que seguirá a la sanitaria. Después ya pasaremos cuentas de las responsabilidades por el suceder hasta ahora y haremos recuento correcto de bajas.
Ahora tenemos que tener claras las prioridades: 1.- tests para poder desconfinarnos con seguridad, 2.- conseguir dinero y 3.- gastarlo bien.