Eran ganaderos de Setcases (Ripollès, Girona) que salían cada día diez horas con las ovejas, y en verano bajaban en trashumancia al Ampurdán. El abuelo se casó, en esa comarca con una chica y se quedó. Campesinos de toda la vida con ganado y tierras, siguen con el oficio.
El hijo empezó a estabular. Y así sigue con una vida de campesino, más moderna, más mecánica. Industrializa: crecimiento y sacrificio de los animales, muchos animales, como la mayoría de negocios de la cárnica en este país. El nieto sigue la estela, pero desgraciadamente traspasa joven y la nieta tiene otros planes.
Aun así, después de un tiempo de ayudar en casa el tiempo libre, puesto que tiene otra profesión, se incorpora de forma total para conocer a fondo el negocio, y ve con tristeza que no queda alineada.
Decide que quiere trabajar con alimentación saludable y que no tiene sentido sacrificar tantos animales, ni los desechos que se generan, aunque se aprovechen. Piensa primero comparar más tierras para tratar de hacer un engorde sostenible no estabulado y con ayudas de grano en lugar de pienso (que tiene componentes de proteína animal cuando son herbívoros); pero la inversión, el desgaste y la tramitación del papeleo superaba las capacidades y además no acababa de cumplir sus valores. Al cabo de dos años decide iniciar un proceso de cierre ordenado, que dura dos años, prejubilando al padre que no había acabado de superar la muerte del hijo. Hizo frente a una deuda con recursos personales por 15 años para hacer frente a una mala gestión del negocio muy tradicional –sin tener en cuenta incremento de costes directos y costes indirectos ….- en un mundo que había cambiado financieramente. La familia no se tomó mucha bien la decisión de discontinuidad. La liquidación de los activos inmobiliarios (tierras, granja) llevará hasta el 2022.
El año 2013, con su pareja, abren un restaurante “Brotes de Vino”, a Girona, sin ni idea de hostelería, para tener un lugar donde ir a cenar comer y vino ecológico (que no es el mismo que kilómetro cero), influenciados por su turismo en Francia y con la esperanza que más gentes se apuntaría. Para tener suministro asegurado de producto ecológico y facilitar la vida al cocinero, que no podía atender a todos los elaboradores, ganaderos y horticultores, abre el que será un importante proveedor, un aglutinador de todas estas profesiones artesanas alimentarias, el supermercado “Bio-brotes”, con carnicería al corte incluida (solo de animales criados en libertad, bien tratados, sin hormona de crecimiento ni antibiótico y con un sacrificio muy minoritario) . El nivel de precio de la tienda está dentro de la gama alta de los mercados o grandes superficies. Dentro del concepto de economía circular, para aprovechar la fruta ya demasiada madura decide montar una heladería sin azúcar añadido, que es el que hace que el helado no se congele. Justo abrir, viene el confinamiento covid y tiene que acabar cerrando y traspasando el local. Pero se quedan la maquinaria para poder volver, el que ha hecho con “+ Brotes”. un Coffe brunch- Heladería donde los productos de la tienda, ya no bonitos a la vista, pero en excelentes condiciones de salubridad, pueden tener una segunda vida. En Los 3 locales trabajan 27 personas.
Así consiguen alinear sus valores, con su vida y trabajo, con un proyecto local de alimentación saludable, de economía circulante y basculante.
No crecen más, porque si se quieren evitar mermas se tiene que duplicar en las tres patas. Se corre el riesgo de perder la esencia de que sea realmente orgánico certificado. Y además no encuentra más producción nacional de producto ecológico (7% en España -90% se exporta- ante 30% en Francia). Y porque dicen que sus vidas también tienen que ser sostenibles.
Tienen hijos y los disfrutan y si pueden escoger… , les gustaría que tuvieran los mismos valores que ellos. Puede ser que en lugar de con los negocios actuales lo hagan aplicándolos en una plantación de algodón orgánico y sostenible con el equipo humano. “Si sois basureros levantad el menos polvo posible, y que la escoba sea natural”.
Los valores son aquello que sirve de guía la actuación, y se demuestran en los momentos de dificultad y en las grandes decisiones. Se adquieren principalmente al crisol familiar. Determinan el motivo por qué se tiene o mantiene la empresa, y la visión que se tiene de la misma a largo plazo. Es conveniente tenerlos explicitados; sobre todo en caso de haber más de un integrante a la familia empresaria, puesto que es muy importante que estén alineados.