Saben aquell que diu que “cuando a un miembro de la familia empresaria le preguntaron por cuáles eran sus valores salió un momento y volvió con la lista de sus inversiones en bolsa”.
Los valores de la familia empresaria son una cosa diferente a su patrimonio; son las guías de comportamiento que regulan la conducta de las personas y organizaciones. Son la base de los juicios sobre lo que está bien y mal, sobre lo que es deseable. Definen lo que nos preocupa. Son muy importantes en la relación entre familia y empresa, ya que son lo que acaba determinando los objetivos.
Muchos valores se aprenden de pequeño en casa a base de compartir experiencias: disciplina, austeridad, esfuerzo…. En el grado en que estos valores sean comunes, estamos delante de una cultura familiar. Las reacciones delante de las circunstancias críticas por las que puedan pasar empresa y familia también irán conformando esta cultura.
Los valores de la fase inicial con los fundadores pueden ser muy fuertes y muy compartidos, pero a medida que la familia crece, con cada generación la tendencia natural es que se vayan diluyendo.
Hay dos valores muy importantes para ayudar a garantizar al máximo la continuidad de la empresa familia:
– Espíritu emprendedor. Es la capacidad de aportar la visión innovadora necesaria para la regeneración estratégica que permitirá adaptarse a los cambios. Hay pocos lugares dónde se respete la tradición tanto como en las empresas familiares, y no siempre está justificado. Crecer o sobrevivir puede significar dejar de hacer lo que se ha hecho siempre, asumir riesgos nuevos, confiar en otras personas, endeudarse o abrir el capital. La empresa empezó gracias a un espíritu emprendedor, si se pierde morirá.
– Orgullo de pertenencia. Incluye la identificación con la empresa y la familia; y la esperanza de transmitir la empresa a la siguiente generación. El conocimiento público del buen hacer empresarial y social de la empresa ayuda a crear este orgullo
Los valores pueden llevar a la plasmación de un código ético y de conducta para los miembros familiares.
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