El 29 de junio de 1886 se fundó la primera cámara de comercio catalana, concretamente la de Terrassa. El pasado día 30 de junio, con ocasión de su 135 aniversario, en el auditorio de San Cugat, se entregaron los premios cambra en un nuevo y original formato: una obra der teatro titulada “Historias de la Cámara” en la que de forma subliminal se van introduciendo mensajes.
El acto I se centra en el momento fundacional de la entidad y se recalca la importancia de aparcar las diferencias y actuar con unidad. Acaba con la entrega del premio al liderazgo empresarial al empresario Ignasi Cusido, fundador de la empresa familiar Lamp en 1972, que quiso destacar la importancia de reconocer la actividad desinteresada de muchos empresarios en actividades sociales como pueden ser el Club de Hockey Terrassa, CECOT o la Cruz Roja entre otras. Le entrego el premio el egarense Pere Navarro, ex alcalde de la ciudad y actual delegado en el Consorcio de la Zona Franca, quien recalcó la importancia de las alianzas público-privadas.
El acto II nos sitúa en los momentos actuales. Nos recuerda que la pandemia he tenido diferentes efectos económicos según los sectores, y la necesidad de transmitir entusiasmo y alegría; necesidad de la cual surge la idea de celebrar un acto en el que los asistentes se lo pasen bien. Se reivindica la importancia de la cultura, la necesidad de la coordinación entre las cámaras, de reducir las duplicidades y hasta triplicidades. Nos recuerda que la ley de cámaras aún continua pendiente, y la ausencia en la celebración del,70 aniversario de SEAT. Parece que después de 135 años todo continúan siendo quejas y los objetivos de la Cámara de Terrassa los mismos. Todo esto da paso a la entrega del premio al reconocimiento empresarial frente a la Covid, que recae en las tres entidades hospitalarias de la demarcación. Entrega los premios el sancugatense Jordi Puigneró, actual vicepresidente de la Generalitat que recordó que Catalunya tuvo el primer ferrocarril español, inició el modernismo y lidero la revolución industrial; dijo que hay que mantener este espíritu emprendedor para que el país además de industrial sea digital. Comento que la mejor política social es la de que la gente tenga trabajo; y por eso hay que ayudar a la expansión y crecimiento de la empresa; tal vez encontré a faltar que defendiese con más énfasis la figura del empresario, es decir de quien tira del carro. Reivindicó la gestión catalana de los fondos Next Generation y se quejó de que la construcción de la B-40 avanza a un kilómetro por año.
El acto III nos sitúa en 2036 cuando se celebra el 150 aniversario. Al frente de la cámara en lugar de Ramón Talamas hay una mujer, que insiste en la necesidad de trabajar en equipo, compartir conocimientos, aprovechar los cambios para reinventarnos, y el pensamiento global en el que la economía se complementa con el humanismo.
En los tres actos se repiten, con humor, discusiones entre los protagonistas, lo que nos reuerda que la historia se repite si no hacemos nada al respecto.