NAVIDAD 2024 (Expansión 18/12/24)

En el 380 el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano; los cristianos pasaron de ser perseguidos a perseguidores iniciando una historia de fidelidad y de continuos cismas y violencias. La Iglesia de Oriente se separó en el 1054. En 1095 se inicia la primera cruzada. En 1517 Lutero cuelga sus 95 tesis. Los errores históricos de la Iglesia no pueden hacer olvidar sus aciertos.

En España se ha asociado mucho la Iglesia Católica con la dictadura. Franco fue bajo palio como reacción a los 6.832 mártires de la Segunda República. Esta asociación ha acentuado la desecularización de nuestra sociedad.

En Judea, donde nació Cristo, reina en estos momentos todo menos la paz. Hay situaciones personales y universales, tan incomprensibles como la muerte en cruz de un inocente, que llevan a hacer dudar de la existencia de un Dios que se preocupa de los humanos; o no es todopoderoso o no es bueno. Hay que “dar al Cesar lo que es del Cesar, y a Dios lo que es de Dios”; si Dios interviniese directamente dejaríamos de ser libres. Actúa a través de nosotros. Por lo tanto, lo que debemos hacer es preguntarnos ¿qué estoy haciendo para que el mundo sea un lugar mejor? ¿qué más puedo hacer? Alguien puede responder “rezar”; y eso está muy bien si recordamos aquello de “A Dios rezando y con el mazo dando”.

Estamos en el siglo XXI y la fe es poco científica. Pero las ideas de libertad, democracia…, no son científicas. Para la ciencia el hombre es tan sólo un animal sofisticado. Si la fe fuese racional no sería libre, porque nadie es libre de rechazar lo racionalmente demostrado; es un don sobrenatural; “nadie puede decir “Jesús es el Señor” sino es por el Espíritu Santo” (1 Cor 12,3). Pascal dijo: prefiero equivocarme creyendo en un Dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un Dios que existe. Porque si después no hay nada, evidentemente nunca lo sabré, cuando me hunda en la nada eterna; pero si hay algo, si hay Alguien, tendré que dar cuenta de mi actitud de rechazo”. 

“Dios no es un absurdo, sino un misterio; que no es irracional, sino que supera lo racional” (Benedicto XVI). Intelecto y fe son complementarias; hay que ”comprender para creer y creer para comprender” (S. Agustín). “Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría, pero nosotros predicamos a Cristo Crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles (1 Cor 1.22-23), y “hemos de estar siempre dispuestos a dar explicaciones a todo el que nos pida una razón de nuestra esperanza”.(1 P 3,15).

La Navidad es la celebración del nacimiento de una religión en la que un individuo es guía de un modo de vida: “yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”, “no tiréis la primera piedra”, “amaros los unos a los otros”. Su radio de acción fue irrisorio; fue crucificado y sus seguidores huyeron. ¿Porque volvieron a reunirse? por su experiencia personal. Su expansión es impresionante en todo el mundo. Pero cayeron en la trampa de dar más importancia al conocimiento que a la acción, construyendo una teología definiendo la fe como la aceptación de unas verdades indemostrables, para luchar contra la herejía. Dios es acción: “¿qué le aprovecha a uno decir “yo tengo fe”, si no tiene obras?” (Santiago 2.14). La tarea de los cristianos es “acelerar la venida del Reino de Dios” (2Pedro 3:12).

El cristianismo es el reconocimiento de Jesús como Dios hecho hombre y modelo de vida. El 25 de diciembre se celebra el aniversario de su nacimiento. Hay quien prefiere felicitar el final de otoño o el solsticio de invierno que la Navidad. El que felicita la Navidad corre el riesgo de ser considerado un fanático religioso. En algunos momentos y lugares los belenes y cabalgatas municipales han hecho reír, por no decir llorar.  Algunas han parecido más rúas de carnaval. Muchas son más de promoción económica, que de apoyo a las celebraciones religiosas. En Barcelona este año la Plaça de Sant Jaume la preside una gran estrella de veinte puntas, y los belenes se repliegan a la Casa Consistorial y al Palau de la Generalitat. 

¡FELIZ NAVIDAD!

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